martes, 20 de febrero de 2007

Un Par de Individuales

Nota:


Trataré de no emitir mis emociones en relación al tema, solo lo abordaré de un modo más objetivo, si es que se puede.

A veces pienso que la gente que vivimos en pareja nos encerramos demasiado en el otro y no lo digo solamente por dejar de carretear con tus amigos, sino que empiezas a proyectar tu mundo en base a las ideas y gustos de quien está a tu lado. No es un tema menor, de hecho creo que es un riesgo. Reestructuramos la vida una y otra vez aunque no nos demos cuenta.

Es como si ahora basáramos la vida en tres pilares como hace poco lo dije, la amistad y complicidad en proyectos (si es que puede resumirse) el tu y el yo. Por supuesto que esa es mi realidad hoy.

Hago esta reflexión porque es lo más radical que he vivido en mi corta existencia. Es verdad que somos seres individuales pero ¿hasta cuando?. Quizás lo que sucede en realidad es que ya no eres un ser individual si no que mantienes “caracteristicas” propias, que no es lo mismo. No quiero juzgar si es bueno o malo, todo depende de según como se mire y de la realidad privada, pero de que la individualidad se ve afectada, se ve afectada.

El problema está cuando los sentimientos no son mutuos. Tu empiezas a caminar de la mano con un niño que solo quiere soltarse y salir corriendo a jugar. Será que somos más ¿acaparadoras, posesivas u obsesivas?, que susto. O es que solo la presión con la que hemos vivido durante años (esa de que se va el tren) te persigue inconcientemente, o bien una necesidad de sujetar la felicidad para siempre a nuestro favor?. A lo mejor es la mezcla de todo. ¿Por qué en general somos las mujeres quienes queremos dejar de ser veletas? (aunque unas lo son mas que otras..mmm). o ¿seremos apuronas? O poco soñadoras y vividoras?...¿y los hombres?.
Quizás queremos la seguridad máxima tener a ese niño juguetón bien sujeto y diciéndole “crece” y ponte a la par conmigo. A lo mejor ese es el error de las mujeres y la maravilla de los hombres, el que sean prácticos y más individuales.


Nota dirigida:
Hago una generalidad, es cierto, pero conozco de cerca la excepción y eso es lo fascinante que puedo compartir. Un hombre que quiere la felicidad a su lado para siempre. Un niño convirtiéndose en hombre gracias a nuevas circunstancias, de frente y fuerte por la vida. Las circunstancias que se han quedado: de un juego casual a un juego permanente. Y mil cosas más…