lunes, 23 de abril de 2007

Nuestro ser interior nos grita y no lo oimos, creo yo.

Pedir perdón es asumir las responsabilidades, es el primer paso para enmendar el error. Pero a veces este Perdón es por la ausencia de algo, por no haber dicho o hecho lo que “correspondía” o lo que “debía” ser. Que puede ser hasta el pie para sentirnos victimas, y es que el perdón o mas bien el no-perdón daña a nivel medular y finalmente se liga a la culpa (que dicho sea de paso errónea y perjudicialmente, a veces confundimos con la Responsabilidad). Bueno este caso de ser las “victimas” no es la mejor opción, porque si bien pasamos de ser los culpables a ser los perjudicados, es lo que peor nos hace sentir, ya que no es el otro quien nos victimiza, sino nosotros mismos. Yo diría que es un autoflajelo y claro, la culpa es lo que nos castiga irreparablemente, nos hiere y nos marca quizás para siempre. Y lo peor de todo es que somos nuestros propios verdugos.

Ahora bien, la culpa por los errores cometidos nos crea un resentimiento con nosotros mismos, y este resentimiento nos hace esclavos de quien culpamos (o sea tu, yo…) y por lo tanto ataca nuestra felicidad y sobre todo nuestra libertad. El resentimiento (como dice Nietzche) es la emoción del esclavo, sin duda, si al no perdonar (o mejor dicho perdonarnos) esclavizamos nuestra alma.

Todo esto creo que tiene una explicación. El saber los errores que cometemos sustenta una concepción de que somos de una determinada manera y que tal forma es permanente y siguiendo este pensamiento así cometemos un error no sería ni mas ni menos que demostrar el cómo somos, sin embargo, no vemos lo real y es que somos seres que vivimos en (la) dialéctica, cambiamos, evolucionamos, nos reconstruimos a diario y eso es lo importante de todo. Entender que en el pasado actuamos bajo condiciones diferentes, que hemos crecido y la mala experiencia ahora (buena en su momento), ya no será jamás igual.

La culpa nos pide a gritos el perdón, necesitamos el acto liberador para con nosotros mismos y ¿como no?, si es un acto que refleja el sentimiento que sin chistar compartimos con los demás, el amor… pero el amor esta vez hacia nosotros mismos y a nuestra vida. El perdón es darse la oportunidad de nacer otra vez y esta vez de forma distinta, con lo que por lo menos esta vez quedaremos conformes.

Dedicado a una amiguita que debe hacerle mucho sentido lo aqui dicho.
Te queyo

domingo, 8 de abril de 2007

¿Quién dijo que la droga era mala?

Si la Droga…

1. tiene propiedades curativas,(una mirada tuya bastará para sanarme)
2. puede aumentar la probabilidad de respuesta,(…solo dame el tiempo para hacerlo...)
3. produce un efecto placentero(cobijarme en tus brazos es suficiente)
4. produce síntomas desagradables después de dejar de usarla,(comienzo a contar los minutos para volver a verte)
5. genera adicción(escucharte a la distancia no es suficiente)
6. tiene efectos en el sistema reproductor (“no estaría mal ser tres”)
7. afecta la coordinación, reacción y concentración (sal de mi cabeza un segundo para compartir con el resto de la gente)
8. alteración de la realidad (“vivir en las nubes” es mas que una fracesita)
9. deteriora la capacidad de juicio (tropecé… pero es que no estabas a mi lado)
10. puede “volverte loco”**** (…si, lo hice, pero solo lo hice por ti)
11. genera un estado-dependencia (te llamé solo para saber como estas)

***que más signo de locura que este post.

Entonces eres la peor droga que existe, pero la única que puede sanarme.


¿si o no?