martes, 7 de agosto de 2007

Al que le quepa el sombrero...

con un poco de cariño y dedicación...

Estamos impacientes, intolerantes, rabiosos, mal genio, sonreímos poco, nos preocupamos muy poco por el que está al lado, vivimos quejándonos, siendo egoístas y por qué? Por todo lo que nos rodea, por el estilo de vida que llevamos y lo que tenemos y lo que no, y lo que queremos y lo que no, y así etc, etc, lo que si y lo que no, al final no estamos conformes nunca. Lo peor del caso es que no entendemos aún que lo único que somos capaces de gobernar y tener control absoluto en la vida es nuestra precisamente eso nuestra actitud, ésa es nuestra máxima expresión de libertad, y no la aprovechamos, nos atamos de manos con quejas y no disfrutando del tan famoso libre albedrío.

Cada día tenemos dos opciones cuando nos levantamos, quejarnos de que se acabaron las horas de sueño o dar gracias por el nuevo día (soleado ojalá) que puedo ver. La vida puede terminarse en un minuto, podríamos amanecer ciegos ( y eso es terrible), o que se yo!. Y esa actitud determina el cómo vamos a vivir el resto del día. Si quejarnos de la gente que te aprieta y mira feo o de quienes tienen gestos de amabilidad, y así sucesivamente. Podemos controlar las cosas en la medida que podamos, tengamos el día que queremos, a veces es más sencillo de lo que parece, mirar la vida. Que otras veces parece que se pone tan fea.

jueves, 2 de agosto de 2007

una AMIGA...siempre falta...


Hoy me pregunté algo muy puntual después de reunirme con una de mis amiguitas. ¿Será que las mujeres no podemos prescindir de las mujeres como amigas?. ¿Es que a caso somos solo nosotras quienes tenemos la empatía necesaria para sentir como necesitamos que se sienta y así entendernos mutuamente?.

No es difícil pensar en que la respuesta a estas preguntas sea “sí”, pero es una esperanza que no quiero perder el que desee de todo corazón que los hombres sean cada vez más nuestros “amigas” (y no me refiero a que se vistan como nosotras precisamente), sino, que puedan entender el cómo sentimos y el por qué sentimos así… ja! Acabo de pensar “¡¡¡pero que estoy pidiendo!!!!”. En fin, el post de hoy es en tono de reconocimiento a quienes son capaces de pensar en la vida y de sentir cada cosa que les pasa, y no ser como los pajaritos. Hoy mi personita importante ( y no es la única que conozco) está pasando por algunos cuestionamientos seudo emocionales y estructurales de la cosa que se llama Vida y eso me hace muy feliz porque llego a pensar que puede extinguirse la raza de hombres fríos y machistas que no lloran y casi ni piensan en lo que hacen a diario. ¡Está claro que a las mujeres ya no nos pasa nada con estos seres!.

Ahora bien la paradoja es la siguiente: ¿si estos hombres son cada vez más sentimentales, podremos ser las mujeres algún día ser menos sentimentales?. Mujeres: digan que ¡si!, conservemos la fe. No quiero decir que el sentimental sea malo, todo lo contrario, sino que es solo lo que nos pone un tanto estúpidas a veces, y para peor no podemos controlarlo… como ejemplo puedo decir que: somos complicadas (y yo particularmente admiro lo práctico de los hombres, ojo! no lo simple, lo práctico) y los hombres no, pero los odiamos de una manera única cuando con su forma de pensar y sentir nos dan la solución a nuestra maraña interminable de problemas, porque no hacen más que darnos la luz para dejar de sufrir… y dejar de sufrir en el momento que queremos llorarla toda, no es buena idea. Cuando hay que sufrir nos comprometemos con la causa y sufrimos. Pero ellos no y eso también nos da rabia (esto ¿no es un acto de estupidez?).

Bien, la cosa es simple. Las mujeres vamos a Marte y los hombres a Venus. O por lo menos preparemos las maletas.

Me dirán la gracia de estas diferencia es que nos complementamos, pero me parece a mi que la balanza está desequilibrada. Las mujeres comprendemos más el lenguaje de los hombres que ellos el de nosotras. Y somos “ las lloronas”, “sentimentales” bla, bla. Y ellos los “simplones” e “insensibles”. Creo que ya basta de eso, empatía… empatía y comprensión… para con el otro género. Yo quiero conocer más hombres que traten de sentir como yo, y quisiera dejar de derramar lágrimas por cosas sin sentido que a veces es mejor solo olvidar. Un beso y gracias a quienes lo hacen y me devuelve la fe (en la amistad y en parte de esta carrera por la vida).


...Gracias a ti.