martes, 27 de enero de 2009

Lo que le falta a la sexualidad de los chilenos (fuertes declaraciones)

Uf.
Todo empezó camino al cumpleaños de un amigo, cuando vi a un hombre guapísimo con unos pantalones que me detallaban cada curva de sus muslos, piernas y bueno por atrás...también. Un modelito a lo estrella de rock que no me desconectó de “ciertos pensamientos” por lo menos por una hora (que volvieron en más de una oportunidad en la casa del cumpleañero) . Y claro, yo toda revolucionada empecé a imaginar a todos los hombres que se ponían por delante con pantalones ceñidos y poleras apretadas (jajaja, claro que hay poleras con sandía incluida que no son nada de sexies). Y creo que por fin entendí el cómo las mujeres revolucionamos a los hombres en la calle,eso de poleras “muestra-todo, escotadas y APRETADAS, jeans ceñidos “levanta-todo”. Debe ser eso me imagino.

(para las chicas:) ¿Se imaginan que tuviéramos en la calle hombres guapos, con pantalones ceñidos que dejan ver mucho más de lo que ellos quisieran?. ¡Que sueño!

(para los chicos:) Se imaginan mujeres más enloquecidas por ustedes queriendo saludarlos con un beso en la cara y una mano en el trasero y quien sabe qué más?. No es malo.

En el fondo dicen que la moda no incomoda, pero dudas me caben de ese dicho. Los hombre en general tratan de vestirse lindos, sobre todo comodos y apegados a su estilo, y las mujeres solo tratamos de ser sexies(bueno solo CASI). Quizás eso le falta a nuestra sociedad, mas revolución de las mujeres por causa de los sexies hombres que duermen a su lado.


Nota: dije que ese hombre sexy que vi en la calle era a quien saludo cada tarde con un enorme beso y una mano en su trasero? Jajajajaja. Si obvio, soy fresca pero en secreto!

viernes, 23 de enero de 2009

De seguro me lo perdí

Alguien puede decirme cuándo paso?... en qué momento?...prometo que no me di cuenta... Seguramente fue progresivo, o quizás ¿demasiado brusco?.

¿Alguien puede decirme cuando fue que los hombres se volvieron “más mujeres”?.

Tuve la ocurrencia de ir a meterme al club de Tobi, que para mi sorpresa, después de algunos comentarios mios sobre la relación amorosa de uno de ellos, resultó que el Tobi era yo. La misión es que el señor de la Municipalidad (talla interna), o sea, mi amigo, tiene la difícil misión de sumar una más...una fémina más, triste y solitaria a este mundo cruel; sí, terminará con la relación que le mantuvo los pies calentitos por más de una noche, de la cual un caballero no tiene memoria (como muchas veces lo escuché decir). La cosa es que un cuarto, casi pasando para la mitad, de la conversación fue sobre el cómo decir “ya no quiero estar contigo”. Frase breve, pero que ya le había quitado varias horas de sueño. Todos lo comprendimos, los hombres estaban ahí, interesados y “todo oidos” para el aproblemado amigo.

Los momentos para conversar con la almohada, pedir consejos y leer al respecto; fueron largos en su semana. Y llegué a preguntarme: cuantos hombres habrá así en este pequeño país. Y la respuesta no la quise siquiera suponer. Eso de que haya más personas: emotivas, lloronas, enrolladas, bipolares, inseguras, y sobre todo empáticas, me aterra.

El yin y el yang, el polo negativo y el positivo, el blanco y el negro, etc. Todo apunta al equilibrio!. Creo que las parejas somos maravillosas cuando realmente nos complementamos. De lo contrario, me imagino, tardes enteras comiendo helados y llorando por PD:Te Amo, conversaciones eternas sobre como decir “me molesta que hagas...”, o diciendo “te entiendo, pero el problema no eres tu soy yo”. ¿Se imaginan?

Ay! bendito equilibrio.

Pero ¿realmente será que los hombres nos entienden más que antes? ¿O Simplemente son capaces de aconsejar como una mujer pero no sentirlo como tal?.

(ojalá que esta entrada funcionara como una especie de cuestionario para los hombres quienes lo visiten...sueña Dany sueña). Pero si tienen algún amigo que esté haciendo nada, podrían contarme cual es su opinión.

jueves, 15 de enero de 2009

Pensando en la contemplación

Hoy me junté con un ser especial para mi, con el cual siempre vuelvo a mi ser interior y mis raíces. Y claro, no pude evitar venirme Pensando todo el camino en que “no hay que Pensar tanto”(paradójico) ni el ayer ni en el mañana.

La cosa es que una vez más me di cuenta que vivimos Pensando en el mañana, en el futuro, en: cuando tenga... que pasaría si... o que pasaría si es que... si es que tuviera más plata, haría...si tuviera una casa más grande...y personalmente me ocupo muy poquito del presente.

Cuando, camino a mi cita, iba leyendo en el sauna, entendí que todos vivimos Pensando en que algún día seremos y tendremos más. Ok! La ambición es buena, pero como decía un maestro espiritual, quizás ya tenemos todo, quizás basta con mirar a los ojos a tu pareja por largo rato ver tu reflejo en sus ojos y entender la inmensidad. Pensaba que hay gente que vive queriendo más COSAS y plata de la que tiene, pero está sola, están vacíos, incompletos y no entienden lo valiosos que como seres humanos son. Por ejemplo, cuando alguien cambia, es un efecto dominó: afecta a todos quienes lo rodean de una u otra forma, ¿y que más poder que eso?!!.

Ok! alguien podría decirme, “si pero de crecimiento espiritual (como diría mi esposado), amor y contemplación por lo bello no se vive”, y es cierto. Pero lo material a veces tiene un costo espiritual tan grande, que no logra ser compensado y vives menos feliz entre más materialidad te rodea. Porque vives Pensando en pagar cuentas y si te alcanza la plata o no.

En fin, quizás desde ahora no siga pensando tanto y sólo me dedique a contemplar lo que tengo y disfrutar de las cosas simples.

...pero... ¿eso no es ir en contra de mi naturaleza?. ¿Entonces como lo compatibilizo?. Creo que eso lo sabré en mi próximo viaje en metro.

lunes, 5 de enero de 2009

Entre los veintialgo y los veintisiempre.

Me preguntaba como serán las fiestas de ahora, ya no soy una adolescente y nueva situación etaria y conyugal, me han alejado de esas pistas...

Para año nuevo ahí estábamos con unos amigos bailando en la GO 09, hasta el exhaustismo.

En cumbias, electrónica, y pop: todo bien. El problema sería para mi: el atrevido reggaetón. Afortunadamente y para mi relajo, bailando a mi lado había unas cuantas parejas de contemporáneos, lo que significaba que entre todos nos encubriríamos el chamullado reggaetón que se venía.
Y claro, despues de tener el honor de estar con el “Tio Tommy” (como alguna vez lo llamé), se vino lo que yo pensaba. La sorpresa fue que aquella pareja de veintitantos, se había rejuvenecido!!!, y perreaban como...pokemones! Todos! Y ¡¡¡cada uno de ellos!! Ups!. La única opción imitar, aperrar y perrear. Para mi buen alimento del ego, lo grato fue que me sentí comoda y lo hicimos bastante bien. Bien!- dije- prueba superada.

Ese relax me llevó a un éxtasis continuo de las horas interminables que seguían. Debía ahora averiguar como seguían siendo las otras “cosas” de la fiesta.

A medida que pasaban las horas, me sentí tan energizada como hace años atrás: feliz y extasiada entre: humo, ferohormonas, en medio de la eterna y bailada fila para comprar una energética (estrictamente necesaria); entre machos en busca de apareamiento que miraban con cara de carne fresca; y a la vez, entre caras de decepción de quienes a esa altura de la noche empezaban a resignarse por no haber conseguido su presa.

De pronto, descubrí que los besos se transformaban obligadamente en largas pausas de descanso, que los abrazos eran necesarios para bajar el ritmo de la euforia y los saltos de cada baile se iban siendo cada vez mas pegados al piso, y que el cuerpo agradecía a gritos que tu trasero se posara unos minutos en un duro escalón.

Pero a pesar de haber tenido la sensación de reconocer la esencia de la fiesta y haberme sentido como una quinceañera, después de las 8 horas de dormir al día siguiente, sin duda nos faltaba algo esencial: unos buenos ibuprofeno, para distender el cuerpo que yo sentía tan apaleado.

Me pregunto: los teen ager usaran estas pastillitas mágicas?. Quisiera creer que si, y no que es un signo de ve... (mejor ni lo pienso). El espiritu joven ok, ¡¡siempre!! el problema es que el cuerpo de todas formas, te pasa la cuenta.